El DUELO MIGRATORIO es un proceso psicológico y emocional que experimentan las personas al enfrentarse a los cambios profundos asociados con dejar su lugar de origen para establecerse en un entorno nuevo. Puede impactar a la persona en todas áreas de su vida.
¿De qué se trata y cuál es el objetivo?
No siempre es reconocido como tal, sin embargo en su atravesamiento es similar a otros tipos de duelo, ya que implica la pérdida de elementos importantes para la persona como la cultura, las relaciones cercanas, la lengua materna, los rituales cotidianos y en ocasiones la identidad.
¿Cómo trabajaremos?
ELa evaluación del duelo migratorio se realiza a través de un abordaje integral que considera aspectos emocionales, cognitivos y conductuales. Entre los indicadores más comunes se encuentran:
- Sentimientos de tristeza, ansiedad, o soledad.
- Dificultades para adaptarse al nuevo entorno.
- Nostalgia persistente por el lugar de origen.
- Alteraciones en el sueño, el apetito o el estado de ánimo.
- Sensación de desarraigo o falta de pertenencia.
El acompañamiento terapéutico implica proporcionar un espacio seguro y empático donde la persona pueda expresar sus emociones, validar su experiencia y reconstruir su sentido de identidad.
Algunas estrategias a utilizar pueden incluir Psicoeducación que permite comprender el proceso de duelo y normalizar sus sentimientos. Reconocimiento y expresión emocional con la finalidad de procesar las pérdidas y resignificarlas. Fortalecimiento de redes de apoyo para promover la conexión con comunidades locales o grupos de personas con experiencias similares. Desarrollo de estrategias de afrontamiento: Incluyendo técnicas para manejar la ansiedad, la tristeza o el estrés, como mindfulness o ejercicios de regulación emocional.
¿Cuáles serán los beneficios?
Si este proceso se realiza adecuadamente la persona conseguirá adaptarse al nuevo entorno sin desconectarse de sus raíces, logrando un equilibrio entre su pasado y su presente. Asimismo al experimentar la elaboración emocional de las pérdidas, se puede desarrollar un sentido de pertenencia en el nuevo contexto, la reconstrucción de una identidad flexible y enriquecida y la disminución de los niveles de ansiedad, tristeza o desarraigo.
El duelo migratorio es un proceso complejo pero también una oportunidad para el crecimiento personal. Con un acompañamiento adecuado, las personas pueden encontrar un equilibrio emocional y reconstruir una vida plena en su nuevo hogar.
